Irene Booker con Nosotros Nacimos Para Grandeza
Cada mañana, la señora Williams, maestra de quinto grado, hacia a su clase ponerse de pie y recitar "Nosotros nacimos para la grandeza" cinco veces. Al hacer este ejercicio, ella sabía que ella iba construyendo el carácter en cada uno de sus estudiantes. La señora Williams tuvo un ingrediente secreto. Ella animó a cada uno de sus alumnos a escribir sobre sus sueños y aspiraciones diariamente. Algunas mañanas le daba a sus estudiantes la oportunidad de ponerse de pie y leer en voz alta sus metas y sueños.